-¿Te enteraste que el precio de la nafta se triplica?
- No, ¿Dónde lo escuchaste?
- Lo dijo una abuelita en una verdulería, que se lo había
dicho el yerno del mejor amigo del hijo del vecino, que se enteró porque el
novio de la hermanastra es amigo del sobrino del abogado que trabaja para la
suegra de un político.
- Entonces debe ser cierto. Sin lugar a duda.
Bruno Ponce
A todos seguramente, en algún momento de nuestra vida, nos han hecho
jugar al "teléfono descompuesto" con el cual nos reíamos y
sorprendíamos cada vez que la última persona decía la frase o palabra que se
había comunicado. Lo cierto es que ese juego no está tan alejado de la realidad
como puede parecer. Siempre tenemos algo para decir sobre otra persona ya sea
bueno o malo y, muchas veces, no se lo decimos personalmente pero, por lo
general, de una u otra forma, el comentario le llega. Aunque no siempre de la manera
en que lo expresamos. Si nuestro dicho pasa por muchas personas, por muchas
mentes y por muchas bocas se producen infinidad de comentarios que puede que
sean completamente diferentes a lo dicho inicialmente. Esto puede provocar
malos entendidos dando lugar a los rumores. Lo mejor es siempre tratar de
cuidar nuestras palabras si no queremos que nos malinterpreten. Y también
cuidar de a quién se las decimos.
Micaela Pais
No hay comentarios:
Publicar un comentario